(Apologies to my Non-Spanish-Speaking Followers... but this post just felt more natural in Spanish. Also, my Dad just might decide to read me... or not.)
Yo soy la primera en decir que uno tiene que adaptarse a la nueva cultura en la que vive, porque uno eligió irse a ese nuevo mundo. Si no te gusta, vete de regreso a tu país.
Cuando vivía en Estados Unidos, me aseguré de que mis amigos fueran sureños de verdad (no damn Yankees for me), aprendí a que el y'all me saliera naturalmente, y me adapté a la comida de la región... y me engordé. :-) Cuando viví en Tailandia, aprendí el idioma, el sawat dee kah (con reverencia y todo), y comí grillos, y pasta de pata de ganso, y sapo. Cuando viví en la capital de mi República (por si las dudas, Bogotá), aprendí a hablar de Usted, aprendí a poner todo con diminutivos (agüita, tintico, pancito...) y aprendí a apreciar al Transmilenio.
Ahora que vivo en Alemania, no me voy a quedar atrás. Confieso (sin miedo y sin pena) que el orden me encanta. En realidad, es lo que me ha mantenido viva (literalmente... tienes que leer el post sobre por qué los alemanes no me atropellan). Además, nunca he sido fan de la impuntualidad y el desorden que como Latinos nos caracterizan. El idioma me encanta--es una maravilla filológica, y tiene gran lógica (lo que pasa es que es complicado de memorizar). La gente tiene su encanto: yo he tenido la suerte de sólo conocer a los amables, entonces para mi todos los Alemanes son súper.
Pero volvamos al idioma. El alemán es genial. Tiene muchísimas palabras, entonces uno puede expresar exactamente lo que quiere decir, cómo se siente, lo que desea. Y tiene muchas posibilidades de composición estructural (mientras que el Verb esté in der zweite Stelle, oder am ende). Pero Honey y yo hemos decidido crear nuestro propio idioma. No es que nos hayamos sentado a discutir el tema, simplemente pasó.
Una conversación normal entre Honey y yo puede ser algo muy parecido a esto:
Yo: ¿Qué quieres de Abendessen?
Honey: No sé, ¿qué te parece Abendbrot?
Yo: Lecker. ¿Tenemos Frischkäse, oder compro?
Honey: Ne, aquí hay genug. Mejor ven schnell.
O...
Honey: Nos vamos nach Hamburg.
Yo: ¿Quieres que nos veamos en el Bahnhof?
Honey: Vielleicht. Yo te llamo y te digo.
Pero no es sólo eso. Es posible en alemán convertir un verbo en un sustantivo, o un sustantivo en verbo--igual que en español. Verbo: conducir --> Sustantivo: conductor. Sustantivo: transferencia --> Verbo: transferir.
Honey yo también hacemos eso... sólo que convertimos un sustantivo en alemán en un verbo en español. A continuación, el más común:
Sustantivo: Überweisung (transferencia)
Verbo: überweisungear
Conjucaciones: yo überweisungeo, tu überweisungeas, él/ella überweisungea, nosotros überweisungeamos, vosotros überweisungeais, ellos überweisungean.
Posible conversación:
Yo: Honey, ¿me überweisungeaste?
Honey: Sí, entonces ahora puedes überweisungear al colegio.
Yo: Ayer überweisungeé para no demorarme tanto.
Es interesante oírnos hablar. Es fascinante cómo nos entendemos. Es genial que más nadie nos entiende.
Tanto como creo que es importante--vital, más bien, adaptarse a la nueva cultura, al nuevo ambiente, al nuevo mundo, también creo que es igualmente importante crear ciertos nichos privados que presenten oportunidades de sentirse en casa, zu Hause. Nosotros tenemos nuestro propio sistema. Y funciona.
Yo soy la primera en decir que uno tiene que adaptarse a la nueva cultura en la que vive, porque uno eligió irse a ese nuevo mundo. Si no te gusta, vete de regreso a tu país.
Cuando vivía en Estados Unidos, me aseguré de que mis amigos fueran sureños de verdad (no damn Yankees for me), aprendí a que el y'all me saliera naturalmente, y me adapté a la comida de la región... y me engordé. :-) Cuando viví en Tailandia, aprendí el idioma, el sawat dee kah (con reverencia y todo), y comí grillos, y pasta de pata de ganso, y sapo. Cuando viví en la capital de mi República (por si las dudas, Bogotá), aprendí a hablar de Usted, aprendí a poner todo con diminutivos (agüita, tintico, pancito...) y aprendí a apreciar al Transmilenio.
Ahora que vivo en Alemania, no me voy a quedar atrás. Confieso (sin miedo y sin pena) que el orden me encanta. En realidad, es lo que me ha mantenido viva (literalmente... tienes que leer el post sobre por qué los alemanes no me atropellan). Además, nunca he sido fan de la impuntualidad y el desorden que como Latinos nos caracterizan. El idioma me encanta--es una maravilla filológica, y tiene gran lógica (lo que pasa es que es complicado de memorizar). La gente tiene su encanto: yo he tenido la suerte de sólo conocer a los amables, entonces para mi todos los Alemanes son súper.
Pero volvamos al idioma. El alemán es genial. Tiene muchísimas palabras, entonces uno puede expresar exactamente lo que quiere decir, cómo se siente, lo que desea. Y tiene muchas posibilidades de composición estructural (mientras que el Verb esté in der zweite Stelle, oder am ende). Pero Honey y yo hemos decidido crear nuestro propio idioma. No es que nos hayamos sentado a discutir el tema, simplemente pasó.
Una conversación normal entre Honey y yo puede ser algo muy parecido a esto:
Yo: ¿Qué quieres de Abendessen?
Honey: No sé, ¿qué te parece Abendbrot?
Yo: Lecker. ¿Tenemos Frischkäse, oder compro?
Honey: Ne, aquí hay genug. Mejor ven schnell.
O...
Honey: Nos vamos nach Hamburg.
Yo: ¿Quieres que nos veamos en el Bahnhof?
Honey: Vielleicht. Yo te llamo y te digo.
Pero no es sólo eso. Es posible en alemán convertir un verbo en un sustantivo, o un sustantivo en verbo--igual que en español. Verbo: conducir --> Sustantivo: conductor. Sustantivo: transferencia --> Verbo: transferir.
Honey yo también hacemos eso... sólo que convertimos un sustantivo en alemán en un verbo en español. A continuación, el más común:
Sustantivo: Überweisung (transferencia)
Verbo: überweisungear
Conjucaciones: yo überweisungeo, tu überweisungeas, él/ella überweisungea, nosotros überweisungeamos, vosotros überweisungeais, ellos überweisungean.
Posible conversación:
Yo: Honey, ¿me überweisungeaste?
Honey: Sí, entonces ahora puedes überweisungear al colegio.
Yo: Ayer überweisungeé para no demorarme tanto.
Es interesante oírnos hablar. Es fascinante cómo nos entendemos. Es genial que más nadie nos entiende.
Tanto como creo que es importante--vital, más bien, adaptarse a la nueva cultura, al nuevo ambiente, al nuevo mundo, también creo que es igualmente importante crear ciertos nichos privados que presenten oportunidades de sentirse en casa, zu Hause. Nosotros tenemos nuestro propio sistema. Y funciona.
Same thing happens here with us.. Portuguese and French - and some expressions in English - makes us have our private language, wich is nice..
ReplyDeleteAnd I also try to adapt to the culture, but it is good for everybody the mix of cultures, so I introduce mine to my friends also! :)
Now I know how some people feel when they hear Rosy and me talk.
ReplyDeleteThough, at this rate, I might have to start feeding her some Japanese...